Fluidos eléctricos

El arte contemporáneo no para de buscar nuevas formas y soportes donde materializarse. Cada vez son más las propuestas artísticas que se salen del espacio expositivo utilizado normalmente. En este siglo el lienzo pierde protagonismo artístico, ante el avance de monitores, composiciones tridimensionales construidas con objetos reciclados, instalaciones donde la tecnología y los medios informáticos sustituyen a los pinceles, para crear nuevas formas de dialogar entre el artista y el espectador contemporáneo.
Es el caso de La ventana eléctrica, instalación realizada para ubicarla en una ventana que mira a una calle transitada del centro histórico de Teruel. El espacio, llamado VENTANA ABIERTA, se encuentra en la calle Amantes, en el lateral del edificio de la Escuela de Arte, concretamente es la ventana del taller de Diseño de Productos.
La intención de VENTANA ABIERTA es sacar el arte a la calle. Ofrecer, desde la Escuela de Arte, a la ciudad de Teruel un nuevo espacio donde acercar el Arte Contemporáneo al ciudadano de a pie. Y también pretende aproximar el arte actual a aquellas personas que no visitan los museos y las exposiciones, donde habitualmente se muestra.
La ventana eléctrica se sitúa dentro de las tendencias artísticas últimas que no aspiran a tener una explicación lógica. Su intención es generar sensaciones individuales y pretende llegar a los sentimientos, tratando de que no caiga en la indeferencia. La percepción sustituye a la razón e invita a interpretar la obra libremente y percibir diferentes sensaciones, dependiendo de la persona y del momento en que se mire.
A parte de tener carácter efímero es una instalación mutante. Una maraña de cables, bombillas y muñecos capaz de cambiar de forma y con la capacidad de adaptarse a otro espacio diferente. Cuando se desmontó la instalación de la VENTANA ABIERTA, la idea evolucionó y se transformó en: Cápsula para neonatos eléctricos, una nueva obra autónoma creada para el Electroperra night festival, festival de música electrónica organizado en el mes de abril en Alcorisa (Teruel).
Fluidos eléctricos han vuelto a su caja. Los muñecos duermen con la luz apagada, enmarañados entre los cables de colores esperan su próxima salida. Cuando salgas de tu casa observa a tu alrededor, pues a lo mejor se han vuelto a transformar una vez más.
Luis J. Loras